sábado, marzo 12, 2011

Algunas palabras acerca de Abigael Bohórquez (1936-1995), en su 75 natalicio

Al triunfar Abigael Bohórquez en los Juegos Florales de Campeche (1962), Pellicer es miembro del jurado, e impresionado por el talento del joven poeta le dedicó el siguiente soneto (1996, t. 3: 469):



Al poeta Abigael Bohórquez

Joven, toma de ti la poesía
y jura —en vano— que el amor no existe.
Lo que amorosamente no dijiste
alimenta a los pájaros del día.

Cuando la realidad es fantasía
(la noche en un salón estaba triste...)
es porque al fin, de todo lo que fuiste
se coronó de espigas tu alegría.

Tú ya empiezas a ser para el abismo.
Líbralo como el viento que ladea
con su anchura delgada su espejismo.

Todo lo que te une y te rodea
es como el mar que sale de ti mismo
y a pesar de la sal su dicha ondea.

San Francisco de Campeche, febrero de 1962



Bohórquez (promotor cultural, dramaturgo, periodista, profesor) pertenece una generación de poetas nacidos alrededor de 1940 (Dionicio Morales, Raúl Garduño, Carlos Eduardo Turón, entre otros), la mayoría de ellos provenientes de la así llamada provincia mexicana, que se aglutinaron tanto alrededor de Efraín Huerta como de Pellicer, tomándolos como maestros y guías. Los miembros de esa generación —de algún modo, concordantes con lo que José Joaquín Blanco llama “Poesía bárbara” (1987: 213-215) en cuanto rebeldes al establishment cultural— se ubican en un contexto descrito por el mismo Blanco en los siguientes términos:



(...) varios cientos (...) de jóvenes poetas (...) que en lugar de identificarse con las figuras literarias ejemplares (Borges, Paz, Lezama) se arraigan en la aterrada, semianalfabeta, sentimentalísima, irracional y anti-intelectual vida urbana de una clase media en bancarrota, y se asumen como los “menesterosos de la cultura”, los “condenados de la tierra cultural”. (...) La decadencia de la tradición cultista y la apoteosis de una expresión desesperada y cruda, constituyen los nervios estructurales de la poesía mexicana reciente. (Blanco 1987: 215)

No hay comentarios.:

Archivo del Blog