viernes, mayo 15, 2009

blog (con dedicatoria especial a mi musa, natural born writer)


Por razones que me son del todo ajenas (pudiera alegar ira perpetua, furor brevis, excesivas obligaciones, el cochi volador o cualquier otra quimera con barbarijo) este blog se ha "olvidado de sí mismo". Algún duende me decía: deja de rascarte las pelotas y mejor escribe o cancela tu cuenta.

Indeciso y fiel a mi costumbre, seguí de largo para que las cosas se resolvieran por sí mismas y me dieran de palos y me dijeran palero (llevo décadas de victimismo impune). Y como siempre que el marasmo de la abulia me mantiene despatarrado y porrista, vino en mi auxilio la iluminación, una voz contraria a ese duende que me atosiga desde la infancia (ensoñación). No me decido por nada (eso al menos es lo que parece), pero ya me aburrieron dos circunstancias (una gozosa, otra dolorosa):

1. esta ludibria está repleta de ocasionales festinaciones celebratorias de amores y amistades transparentes.

2. pobre ludibria amenazaba trastornarse en perpetuo obituario y caza de citas- Eso de "caza de citas" es una de las frases que más recuerdo de Paco Luna, ubicuo ensayista y poeta, muy dilecto maestro.


Vuelvo al punto: parece que sin querer una iluminación arregló las inercias negativas: leí hoy con especial atención el último post de mi amigo Sicofante.com y me tomo la libertad de citarle (ah, la impostergable caza de citas):


Por otra parte, creo que el blog, al ser un acto comunicativo un tanto exhibicionista, permite el desarrollo de un contacto íntimo entre personas lejanas que, muchas veces sin conocerse, desarrollan una forma incorpórea de amistad. Aquí mismo he trabado cercanía con personas cuyo rostro no he visto ni en fotografías pero que, cuando recibo sus mensajes, provocan en mí una infinita alegría. Comunicarse así, tan a las ciegas, elimina prejuicios y focaliza la relación en un núcleo esencial: la verbalización, la verdad enunciativa.


Por otra parte, según me comentaba mi querdo Álex (y luego citó en su mencionado blog): "Nada obstruye tanto el camino hacia la adquisición de una voz propia como el pudor. "


Eureka. He ahí la causa de mi abandono escritural (que temo tanto que a veces sin querer lo convoco): pudor. Accederé por la escala de Jacob llamada "Logocracia" (por Dios, esta palabra me produce pudor, pues ya fue definida inmejorablemente por George Steiner). A través de esa escala tantas veces malentendida por quien nada tiene que decir más que aire jediondo, quiero ascender, poniéndome como divisa (parafraseo a David Bronstein): "la esencia de la escritura es pensar qué es la escritura".


"Gens una sumus" reza (¿rezaba?) el lema de la FIDE. Somos una familia. Si me callo, estoy fuera del banquete. No es que no tenga algo qué decir: es el pudor hierático de quien tropieza por excesivas genuflexiones ante el Santísimo Logos. Gracias a quien se tome la molestia de leerme así sea para asomar su feroz anonimato para insultarme --no puede ofenderme, pues creo en la sangre común del astro y la basura.

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